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Coll de Raptes II

COLL DELS RAPTES II
Acrílico sobre lienzo
1,10 x 1,00
1982 aprox
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La pintura «Coll de Raptes II» de Rafael Fernández es una obra maestra del paisaje español. La pintura, realizada en acrílico sobre lienzo en 1982, representa un paisaje de montaña con un cielo despejado.

La pintura está dividida en dos planos principales. El primer plano está dominado por las montañas, que se elevan majestuosamente hacia el cielo. Las montañas están pintadas en colores vivos, con tonos de verde, azul y marrón. Los colores son vibrantes y vivos, y crean una sensación de movimiento y energía.

El segundo plano está dominado por el cielo, que está pintado en un tono azul intenso. El cielo está despejado, y las nubes están pintadas en tonos blancos y grises.

La pintura está llena de detalles. Las montañas están cubiertas de árboles y vegetación, todo ello representado con una amplia gama cromática, propia del expresivismo más irracional. Sus pinceladas se tiñen, y funden, y son dominadas por las emociones y sentimientos.

La pintura «Coll de Raptes II» es una obra de arte hermosa y evocadora. Captura la belleza de la naturaleza española, y es un testimonio del talento de Rafael Fernández.

Aquí hay algunos detalles específicos que un experto en pintura podría observar en la pintura:

  • La técnica de Fernández es fluida y expresiva. Utiliza pinceladas gruesas y sueltas para crear una sensación de movimiento y energía.
  • La paleta de colores de Fernández es vibrante y viva. Utiliza colores contrastantes para crear un efecto dramático.
  • La composición de la pintura es equilibrada y armoniosa. Las montañas, el cielo y los animales están dispuestos de manera que crean una sensación de equilibrio y paz.

La pintura representa una vista del Coll de Rates, un collado entre las montañas del Ferrer y la sierra del Carrascar de Parcent. El collado se sitúa a 628 metros de altura y por él discurre la carretera CV-715 que une Benidorm con Gandía pasando por Pego. Los municipios de Parcent, Alcalalí y Tárbena convergen en él.

La inclusión de esta información en la descripción permite al espectador comprender mejor el contexto de la pintura. El hecho de que el cuadro represente un lugar real, con un significado histórico y geográfico, añade profundidad y significado a la obra.

Además, la variedad cromática de la obra permite centrar la atención en las montañas y el cielo. Estos elementos son los que dominan la composición de la pintura, y son los que transmiten la belleza y la majestuosidad de la naturaleza.

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