Libros de texto

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Rafael fue autor de libros de texto académicos de dibujo en el Bachillerato, en editorial ECIR de València, ha destacado por la innovación pedagógica en su planteamiento, rigor y pragmatismo. También colaboró en diversas publicaciones divulgativas sobre arte y pedagogía. Se destaca su labor pionera en los contenidos y enfoques pedagógicos de sus textos académicos.

Referencias

  • Desde Sala Mateu: homenaje a José Mateu». Consorci de Museus de la Generalitat Valenciana. 1998
  • Enciclopedia de la Comunitat Valenciana, versión publicada por Levante-EMV en 2005
  • Autora (coord): Inmaculada Aguilar. Título:»Arte valenciano contemporáneo: una recopilación bibliográfica desde 1976″. Generalitat Valenciana (Conselleria de Cultura i Educació), Secretaria de Promoció Cultural. València. 2001

Lenguaje gráfico

(A Rafael Fernández, mi padre, pintor y catedrático, como a él le gustaba)

Autor: Rafael V. Fernández Bas

Como has quedado no me convence,

 habría que darte un toque y encontrarte

 el punto que te falta y rematarlo, si puedo,

 con el matiz, la pincelada, hacerlo sin miedo

 y acabarlo. ¡Cómo se alarga el proceso del arte!

La duda asalta, la insatisfacción le vence

 a la originalidad del lenguaje gráfico.

¡Qué solo está el lienzo! Sin los colores me enredo

 y el dibujo se diluye entre aulas donde se imparte

 tanta inútil enseñanza de geométrica escritura,

 un libro de texto ahoga sus líneas hasta que comience

la teoría visual del campo con su carga de escultura.

Me apabullan las contradicciones por la falta de frescura,

por  esa ejecución meditada de racionalidad dura.

Es más trágico que pictórico poder ganarte

a pulso la superación de la técnica pura.

Es oficio, no es plagio, es afán sin denuedo,

 es voluntad creativa, vanguardia de cultura,

 educación de estética, pudor de catedrático,

 pánico expresivo, expresionismo fotográfico.

El trazo de pintura se disuelve en estructura,

la vida de la fauna se escapa del duro tráfico

Suave nubosidad de ocres tierras aparte,

perspectiva cónica, un cromatismo sin dulzura,

palmeras ondulantes al viento entre flores de viñedo,

música de fondo en la marina más oscura.

Contemplo el retrato de familia que comparte

la plácida luz del salón en el hogar iconográfico.

Y no puedo seguir viviendo así, tan fatídico.

Sin ánimo vehemente me tiembla el dedo,

la mano dormida, las ideas en negra albura

se ocultan en la anciana soledad madura.

No te olvides, mujer, que nunca dejé de amarte

y aprended, hijos, que vivir es un esfuerzo titánico.

Embebido de amargura, a la cruel moda no cedo

por mi abstracta visión efímera de cualquier parte.

Paralizado por la indiferencia del juicio crítico,

me hundo en ese paisaje urbano de triste figura.